La manifestación en Papendrecht (Países Bajos) formó parte de la lucha de Nautilus NL/FNV Waterbouw para poner fin a los recortes y la degradación de las condiciones de trabajo propuestos por Boskalis para la gente de mar. Los manifestantes recibieron numerosos mensajes de apoyo de las tripulaciones de los buques de Boskalis en todo el mundo.
Boskalis logró beneficios por un total de 440 millones de euros en 2015, mientras que en el primer trimestre de 2016, las ganancias ascendieron a 148 millones de euros. Sin embargo, tiene previsto desprenderse de 24 buques y recortar 650 puestos de trabajo en todo el mundo, incluidos 150 en los Países Bajos. Su filial holandesa, Fairmount Marine, intenta reemplazar a 34 oficiales marítimos fijos con trabajadores eventuales, peor remunerados, mediante la externalización de todos sus servicios de gestión naviera y contratación a Anglo Eastern. Lea más aquí.
Boskalis abandonó las conversaciones con los sindicatos de la ITF, Nautilus International y la FNV, cuando tuvo conocimiento de que la manifestación tendría lugar al mismo tiempo. La compañía se ha negado a proporcionar a los sindicatos la información que estos necesitan para valorar las oportunidades de redistribución de personal a través de toda la multinacional, sus filiales y empresas conjuntas. Los sindicatos deben saber qué trabajos son realizados, a nivel mundial, por la gente de mar y el personal de dragado, a fin de poder negociar los reajustes de plantilla.
Sascha Meijer, secretaria nacional superior de Nautilus International, ha manifestado: “Boskalis debe volver pronto a la mesa de negociaciones.
“Estamos listos para debatir un plan social. La cuestión principal para nuestros/as miembros es conservar sus empleos y sus ingresos. Por lo tanto, queremos la redistribución, y que los/as trabajadores/as tengan derecho a tomar la baja voluntaria primero. La mayoría de la gente de mar en Fairmount debería conservar simplemente sus puestos de trabajo actuales.
“La compañía ha de saber que mantendremos la presión hasta que reanuden las conversaciones, y es preciso que sepan que no estamos solos, contamos con el respaldo de la ITF.”
La coordinadora marítima de la ITF, Jacqueline Smith, describió los planes de Boskalis como un ejemplo claro de un duro dumping social, que es malo para los/as trabajadores y malo para los negocios.
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