Un juzgado de Nueva Orleans condenó al jefe de máquinas griego del Trident Navigator por falsificar deliberadamente el Libro de registro de hidrocarburos, por obstrucción a la justicia y manipulación de testigos, además de por ordenar a su tripulación construir dicha tubería para descargar los residuos oleosos.
Dos miembros de la tripulación denunciaron al Guardacostas las descargas ilegales. Cuando los inspectores del Guardacostas abordaron la embarcación en enero, el jefe de máquinas intentó esconder el libro de registro de hidrocarburos y ordenó a su tripulación mentir al Guardacostas sobre las descargas ilegales.
El operador del buque, Marine Managers Ltd, ya se había declarado culpable de falsificación deliberada del libro de registro y de obstrucción a la justicia y pagó una sanción penal de 900 000 USD.
En el segundo caso, en Florida, la compañía marítima italiana, Carbofin, se declaró culpable de violar las leyes de prevención de la contaminación marina al falsificar los registros para encubrir la descarga ilegal de residuos contaminados.
Las descargas se produjeron desde el buque Marigola, que hizo escala en Tampa en tres ocasiones en 2013 y 2014.
Dos miembros de la tripulación denunciaron el uso de la “tubería mágica” y entregaron un video como prueba al Guardacostas, cuando este abordó la embarcación para una inspección rutinaria.
Tras una negociación con el fiscal, los armadores acordaron abonar una multa de 2.75 millones de dólares, de los cuales 600 000 USD se destinarán al Santuario Marino Nacional de los Cayos de Florida.
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