“Gennadiy Gavrylov lleva más de tres años desamparado en Sri Lanka, desesperado por volver a casa, mientras las autoridades de Sri Lanka se niegan a concederle el permiso para abandonar el país”, lamenta el secretario general de la ITF, Stephen Cotton.
“Es una víctima de la criminalización, y su detención durante tanto tiempo constituye una grave violación de sus derechos humanos.
“Ningún marino, ninguna familia, debería tener que pasar por la experiencia que está padeciendo Gennadiy. Durante los últimos tres años de detención, el capitán Gavrylov ha tenido restringidos los contactos con su familia, y no se le autoriza a salir de Sri Lanka ni a ganarse la vida.
“Su salud está resintiéndose, necesita desesperadamente una operación de corazón para salvarle la vida, y su familia se está consumiendo sin su salario que les mantiene”, afirma Cotton.
Desde su detención el 23 de junio de 2016 en relación con la investigación policial en torno al buque Avant Garde, de pabellón de Sri Lanka, se ha impedido a Gennadiy Gavrylov salir de Sri Lanka.
Gavrylov era el capitán del Avant Garde, un buque dedicado a la seguridad marítima y a la prevención de la piratería. A bordo se guardaban armas de fuego y municiones para el desempeño de esta función.
En octubre de 2015, el buque estaba anclado fuera de las aguas de Sri Lanka, por orden de la compañía, a la espera de autorización para entrar en el puerto, cuando fue capturado por las autoridades de Sri Lanka y obligado a entrar en aguas nacionales. En junio de 2016, el capitán Gavrylov fue detenido, acusado de importación ilegal de armas.
“El derecho internacional es claro respecto a los derechos de las personas detenidas por parte de las autoridades estatales: toda persona arrestada o detenida por una acusación penal deberá ser juzgada o puesta en libertad dentro de un plazo razonable”, señala Cotton.
“Teniendo en cuenta las circunstancias que rodean la detención del capitán Gavrylov, su estado de salud actual y el largo tiempo que lleva detenido sin cargos, imploramos al Gobierno de Sri Lanka que intervenga y permita que el capitán Gavrylov regrese a su país”, concluye Cotton.
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