Según las informaciones difundidas por los medios de comunicación, la capitana Rackete fue detenida tras llevar a 40 migrantes y refugiados rescatados frente a las costas de Libia al puerto de Lampedusa, a pesar de los intentos por parte de la Guardia Costera italiana de bloquear la entrada al puerto del buque de salvamento.
La detención de Rackete se produjo después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos desestimara la solicitud de Sea-Watch de desembarcar en Italia a los migrantes rescatados. Sesenta horas después de declarar el estado de emergencia a bordo, Rackete entró al puerto para poner a salvo a la tripulación migrante, que había sido rescatada 17 días antes.
“Si bien reconocemos la complejidad política de los problemas migratorios en el Mediterráneo, hoy nos mostramos aliviados de que se haya puesto en libertad a la capitana Rackete”, declaró Dave Heindel, presidente de la Sección de Gente de Mar de la ITF.
“Las autoridades italianas han llegado rápidamente a la conclusión de que el Sea-Watch 3 entró al puerto como resultado de una preocupación legítima por la seguridad de las personas que se hallaban a bordo y que cumplía con su deber de proteger vidas, sin pretender desafiar de forma deliberada el derecho de Italia a proteger sus fronteras”, añadió Heindel.
El rescate realizado por el Sea-Watch 3 desató un debate político sin precedentes en Italia sobre la inmigración, la criminalización de los rescates de migrantes y el deber del país de salvar a quienes corren peligro de muerte en el mar.
La ITF ha expresado repetidamente su preocupación con respecto a la falta de iniciativa por parte de la Unión Europea a la hora de buscar una solución política al problema de los migrantes en el mar, así como por el hecho de que Italia se vea a menudo obligada a hacerse cargo de esta cuestión en cuanto Estado miembro individual, en lugar de como parte de la comunidad de Estados europeos.
La muerte de migrantes en el mar es un suceso diario, y la persecución y criminalización de las organizaciones humanitarias que les prestan apoyo para atravesar el Mediterráneo podrían costar aún más vidas.
Mientras los políticos no den respuestas o soluciones a este problema, seguirá habiendo vidas humanas en peligro.
La ITF respalda plenamente el objetivo de la capitana Rackete y Sea-Watch de prestar ayuda a los migrantes en el mar, así como a todos los hombres y mujeres que trabajan en las fuerzas navales italianas de búsqueda y salvamento, la marina mercante y las organizaciones humanitarias que a diario realizan una labor inestimable para evitar que se produzcan muertes en el mar.
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