Los estibadores son profesionales capacitados para realizar el trincaje; los marinos, no. Esa diferencia es clave.
Resulta estremecedor el número de marinos que mueren a manos de armadores sin escrúpulos, que se niegan a reconocer que la sujeción de las cargas es una tarea que corresponde a los estibadores. En los últimos cinco meses han muerto marinos —que carecen de la capacidad para negarse a poner en riesgo sus vidas por ahorrarle un dólar a su patrón— mientras realizaban tres tipos diferentes de trincaje: de contenedores, ro-ros y troncos.
He aquí los últimos casos de marinos que perdieron trágicamente la vida haciendo el trabajo que corresponde a los estibadores:
- En Gisborne, Nueva Zelanda, el 3 de abril, un marinero de 50 años murió y otro resultó gravemente herido mientras sujetaban una carga de troncos en el Coresky OL. El cable de sujeción se rompió mientras se tensaba con la grúa del barco.
- En el puerto de Rosslare, Irlanda, el 21 de marzo, un marino letón de 22 años y padre de dos hijos recibió un golpe y murió durante el trincaje del transbordador ro-ro en la Isla de Inishmore. Las autoridades irlandesas y el operador, Irish Ferries, se negaron a cooperar con el inspector de la ITF o con el sindicato SIPTU. Incluso se negaron a revelar el nombre de la víctima y a prestar a los familiares el apoyo necesario para que recibieran su último salario y el pago de la indemnización por fallecimiento.
- En Dublín, Irlanda, el 14 de noviembre, el marinero preferente filipino Dennis Gomez Regana falleció mientras sujetaba los contenedores a bordo del Francop. Fue enviado a una posición insegura y murió aplastado bajo dos contenedores.
La gente de mar llega a puerto luego de haber trabajado turnos de muchas horas y de gran dureza. A menudo trabajan jornadas de 10 a 16 horas durante días seguidos. A esto se añaden los cortísimos plazos de entrega que les imponen, las condiciones meteorológicas adversas y muchos puertos de escala en los que hay que descartar cualquier posibilidad de descanso adecuado.
La fatiga es una constante de su vida.
Encima de toda esta carga laboral, presionar a estos marinos para que se encarguen del trincaje —una tarea que implica la manipulación de cables de acero, tensores, cadenas y cables de alambre, todos ellos montados bajo tensión y que requieren aparejos para los que los marinos carecen de capacitación— es inseguro para los trabajadores e inseguro para la operación del buque.
Los armadores obligan a las tripulaciones a encargarse de la trinca de las cargas por una sola razón: para ahorrar dinero. Colocan sus beneficios por encima de la seguridad y de la vida de sus tripulaciones, a las que tratan como un activo de usar y tirar.
Lloramos por todos aquellos que fallecieron o resultaron heridos a manos de estos operadores sin escrúpulos y nos comprometemos a continuar luchando por que cesen estas prácticas.
Si usted es miembro de una tripulación y se ve obligado a realizar este peligroso trabajo, póngase en contacto con nuestro servicio de apoyo escribiendo a seafsupport@itf.org.uk.
Post new comment