Tras las preocupaciones sobre el número creciente de refugiados y migrantes que intentan realizar el peligroso cruce del canal de la Mancha en botes pequeños para llegar a aguas británicas, se han registrado algunas de las primeras muertes de personas que intentan realizar esta travesía.
En un caso, el cadáver de una mujer que cayó de un bote pequeño cuando realizaba el cruce a comienzos de agosto fue encontrado en aguas holandesas. Se había caído por la borda frente a la costa de Kent. En el bote pequeño había otras 19 personas, que fueron rescatadas y entregadas a las autoridades británicas.
En un segundo caso, se cree que un migrante que intentaba nadar el canal hacia Inglaterra murió ahogado en un parque eólico frente a la costa de Bélgica.
Si bien el número de refugiados y migrantes que intentan realizar el cruce del canal es mucho menor que el de aquellos que atraviesan el mar Mediterráneo hacia Europa, cada vez es mayor la preocupación ante el riesgo para la vida de quienes intentan cruzar una de las vías de navegación más transitadas del mundo. Solo en agosto se ha registrado un número récord, 270, de personas que han intentado realizar el cruce del canal.
Entre los incidentes más recientes, la Agencia Fronteriza del Reino Unido interceptó a un bote neumático con 11 personas que viajaban hacia la costa inglesa y las entregó a las autoridades, y el servicio de guardacostas de Francia rescató a 24 personas después de que su bote neumático tuviera dificultades frente a Dunquerque.
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