DP World presume de ser una empresa progresista con responsabilidades sociales y corporativas que defiende los derechos laborales y opera “de forma responsable para dar prioridad a la sostenibilidad y al impacto que tiene sobre las personas, comunidades y entornos en los que trabajamos”. La empresa debe responder ahora a serias preguntas tras el atroz despido de 800 marinos por parte de su filial P&O Ferries.
El pasado 17 de marzo, P&O Ferries despidió mediante una llamada previamente grabada en Zoom, y con 30 minutos de preaviso, a 800 marinos en Gran Bretaña. La empresa tomó la decisión sin consultar ni al personal ni a sus sindicatos.
La Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) y la Federación Europea de los Trabajadores del Transporte (ETF) instan a DP World a dialogar de forma constructiva con las organizaciones afiliadas RMT y Nautilus International acerca del futuro de P&O Ferries.
Este tipo de feroces tácticas de choque nos recuerda al infame conflicto con Patrick, que se resume en un estilo de gestión anticuado y desacreditado”, declara el presidente de la ITF y de la Sección Portuaria de la federación, Paddy Crumlin.
“La atroz decisión de DP World de despedir a 800 incansables marinos constituye un ataque brutal contra su dignidad”, señala Crumlin. “Con esta actuación, están incumpliendo la legislación y los propios estándares de la empresa”.
El presidente de la ETF, Frank Moreels, también recalca el mensaje, y señala que reemplazar a los trabajadores y trabajadoras por personal no sindicalizado es una vulneración grave de su derecho de libertad de asociación.
“El plan de la empresa de externalizar los puestos de trabajo se resquebraja. Llegan noticias de toda Europa de que su estrategia inicial consistía en sustituir a los trabajadores y trabajadoras despedidos por gente de mar de Rusia y Ucrania”, indica Moreels. “Estamos asistiendo a una búsqueda caótica de gente de mar por parte de una sospechosa sociedad fantasma vinculada a los papeles del paraíso que les ofrece contratos de dos semanas de duración”.
En 2019, DP World se adhirió al Pacto Mundial de la ONU (PMNU). Su propia política de sostenibilidad dice lo siguiente: “DP World es signataria del Pacto Mundial de la ONU (PMNU) y de sus 10 principios básicos, que incluyen cuestiones de derechos humanos, trabajo, medioambiente y lucha contra la corrupción. Como signataria del PMNU, DP World se compromete a adaptar sus estrategias y operaciones a estos principios”.
“No pueden sostener dos posturas opuestas”, dijo Crumlin, que también ejerce como vicepresidente del Comité sobre el Capital de los Trabajadores y Trabajadoras. “Primero expresan su defensa de los derechos humanos y los principios medioambientales, sociales y de gobernanza, y acto seguido despiden a 800 personas con 30 minutos de preaviso”.
El próximo 28 de marzo, la ITF trasladará el caso de la gente de mar de P&O a la Junta del PMNU en Dubái; por su parte, el secretario general de la ITF, Stephen Cotton, ha pedido al director ejecutivo de DP World, Sultan Ahmed bin Sulayem, tratar el asunto con carácter prioritario. Asimismo, Cotton dirigirá una carta de protesta mundial firmada por cientos de sindicatos y miles de trabajadores y trabajadoras a Sultan Ahmed bin Sulayem.
“Esperamos que Sultan Ahmed bin Sulayem aproveche esta oportunidad para comprometerse a resolver la situación con el fin de evitar mayores daños a la reputación de la empresa y respetar los derechos laborales fundamentales de este personal”, explica Crumlin.
Durante el despido retransmitido por Zoom, P&O Ferries admitió ante el personal que se trataba de una “difícil” decisión, pero que “el negocio dejaba de ser viable” en caso de no aplicar los cambios.
En realidad, la empresa propietaria de P&O Ferries, DP World, ha logrado los mayores ingresos y beneficios de su historia durante la pandemia; el año pasado, registraron una facturación de más de 10 800 millones de dólares y unos beneficios de 1200 millones de dólares, lo que supone un aumento de los beneficios con respecto al año anterior del 33 %. Solo en los dos últimos años, la empresa ha repartido dividendos de 376,1 millones de dólares entre sus accionistas.
El periódico The Times y otros medios han revelado que las ayudas que DP World recibió del Gobierno durante la pandemia ascendieron a más de 30 millones de libras de financiación de emergencia. Esta suma, que acabó en las arcas de DP World, provenía también del programa de suspensión de empleo que financian los contribuyentes.
“No es el caso, pero si la empresa estuviera de verdad en apuros, se debería haber dirigido a los sindicatos. Así habríamos dispuesto de tiempo para negociar de forma razonable y justa para garantizar los derechos de este personal y evitar las molestias o riesgos que unas decisiones erradas pueden causar en los pasajeros y pasajeras de P&O Ferries”, argumenta Moreels.
“Esta situación es inaceptable tanto desde un punto de vista económico como ético, más aún para las 800 personas que han perdido sus trabajos. ¿Cómo puede justificar algo así una empresa que ha declarado beneficios récord y que ha recibido más de 30 millones de libras de fondos financiados por los contribuyentes? ¿Y cómo es posible que salgan indemnes?”
“Se ha filtrado que los ministros habían sido informados de que P&O Ferries tenía la intención de despedir a estos trabajadores y trabajadoras la noche en que ocurrió. No hicieron nada para evitarlo. Las élites políticas llevan demasiado tiempo permitiendo a los ricos enriquecerse aún más a costa de la clase trabajadora. Este conflicto establece un límite; el Gobierno debe actuar”, afirma Moreels.
El presidente de la ITF, Paddy Crumlin, afirma alto y claro: “Estamos dispuestos a facilitar el diálogo entre la empresa y los sindicatos por el bien de los 800 trabajadores y trabajadoras que han perdido sus empleos, pero también a ofrecer nuestra solidaridad frente a las operaciones mundiales de DP World si fuera necesario para proteger los trabajos de estas personas”.
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