El 4 de agosto de 2020, una explosión de 2750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut segó la vida de al menos 204 personas y dejó heridas al menos a otras 6500. Se estima que unas 300 000 personas perdieron su hogar.
Varios trabajadores portuarios y marítimos murieron a causa de esta explosión, que devastó el corazón de la ciudad y el puerto de Beirut. Varias oficinas sindicales quedaron destruidas, mermando la capacidad de la comunidad portuaria para responder al desastre.
En los cuatro meses transcurridos desde la explosión, los trabajadores portuarios, a través de sus sindicatos, están demostrando su solidaridad con el pueblo beirutí, ayudándole a reconstruir sus vidas y comunidades.
“Tan pronto como nos enteramos de la terrible noticia supimos que debíamos unirnos y hacer todo lo posible para ayudar a aliviar el dolor y el sufrimiento de nuestros compañeros y compañeras libaneses, porque todos pertenecemos a la misma familia sindical mundial”, afirma Paddy Crumlin, presidente de la Sección Portuaria de la ITF.
Crumlin explica que la mayor parte del fondo de apoyo solidario recaudado por la ITF, por el Fondo de los Marinos de la ITF y por las organizaciones sindicales afiliadas de todo el mundo se destinó directamente a ayudar a las familias de los miembros fallecidos o que resultaron heridos en la explosión, explica Crumlin.
“Nuestra prioridad consistió en conseguir que recibieran ayuda las familias de los portuarios y de los marinos fallecidos o heridos. Cientos de familias se enfrentaban al doble golpe de perder a sus seres queridos y a la perspectiva de perder sus hogares si seguían acumulándose las facturas”.
También necesitaban apoyo los sindicatos locales, cuyas oficinas quedaron destruidas por la explosión. “Los fondos recaudados ayudaron a reconstruir las oficinas del sindicato de gente de mar, del sindicato de transporte y del sindicato de estibadores de Beirut”, añade Crumlin.
“También queríamos asegurarnos de contribuir a la reconstrucción de las oficinas del sindicato en los muelles. Los sindicatos portuarios de la ITF siempre han sido el lugar al que acuden nuestras comunidades en busca de apoyo y asesoramiento: son el corazón de los puertos. La reconstrucción de las oficinas sindicales vuelve a ofrecer a los portuarios beirutíes sindicalizados un lugar apropiado dentro del corazón de sus nuevos muelles, desde donde se ayuda a todo el mundo y se defiende a los trabajadores", afirma Crumlin.
Otra parte de los fondos recaudados por la ITF y sus organizaciones afiliadas se utilizó para comprar equipos de protección personal (EPP) para los marinos y los conductores después de la explosión, porque el COVID-19 hizo estragos en la zona.
Bilal Malkawi, secretario regional de la ITF para el Mundo Árabe, colaboró estrechamente con la Confederación General de Trabajadores Libaneses (CGTL) y el Sindicato de Trabajadores Portuarios de Beirut para distribuir los fondos y apoyar el proceso de reconstrucción.
“Nos sentimos muy orgullosos de la impresionante solidaridad que están demostrando los sindicatos portuarios de la ITF y sus miembros, que no dudaron en acudir en ayuda de los portuarios y de la gente de mar libaneses cuando más lo necesitaban”.
“He hablado con algunas de las familias recibido estas ayudas y no cabe duda de que les están resultando de gran utilidad y evitando que esta horrible tragedia cause aún más dolor”, explica Malkawi.
El Dr. Bchara Al Asmar, responsable del Sindicato de Trabajadores Portuarios de Beirut, afirma: “Este apoyo solidario significó mucho para nosotros y para las familias de los miembros fallecidos o que resultaron heridos. La ITF, como siempre, demuestra lo que significa la palabra solidaridad para los sindicatos. En nombre de todos los miembros del sindicato, y de los afiliados de la ITF en el Líbano, agradecemos el apoyo prestado por la familia de la ITF”.
Entre los sindicatos que prestaron su apoyo se encuentra el propio sindicato de Crumlin, el Sindicato Marítimo de Australia, y la ILWU de Canadá.
Rob Ashton, presidente de ILWU Canadá, explica que para sus miembros era de vital importancia apoyar a sus compañeras y compañeros libaneses: “Saben que la familia de los estibadores es una familia mundial. Vivimos según este credo: “Si dañan a uno, nos dañan a todos”. Cuando ellos sangran, sangramos nosotros”.
“Me siento orgulloso de la respuesta de nuestros miembros y de toda la familia portuaria de la ITF, y de su contribución a este fondo de ayuda. Como portuarios sabemos que la solidaridad tiene que ser respaldada con acciones”, afirma William E. Adams, presidente internacional de ILWU, cuyo sindicato también contribuyó al fondo de solidaridad.
Reflexionando sobre el esfuerzo humanitario de apoyo a los trabajadores afectados por la explosión, Paddy Crumlin afirma que los estibadores de la ITF siempre responden cuando sus compañeros les necesitan.
“En el caso de Beirut, la familia portuaria de la ITF se unió y ofreció una increíble muestra de solidaridad internacional. Desde 1896 venimos demostrando una arraigada tradición de solidaridad de la que nos sentimos orgullosos. Los portuarios de la ITF pueden mantener la cabeza bien alta sabiendo que, una vez más, hemos honrado esa tradición”.
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