Declaración del Comité Director de la ITF sobre la necesidad de proteger a los trabajadores y trabajadoras durante y después de la pandemia de COVID-19
La batalla contra el COVID-19 no se ganará sin los trabajadores y las trabajadoras del transporte, que constituyen un elemento esencial de la economía mundial y vital para responder con éxito al reto del COVID-19.
Son los hombres y mujeres que trabajan como maquinistas de trenes, marinos, tripulantes de cabina de pasajeros, taxistas, limpiadores, vendedores de boletos, pilotos, estibadores, conductores de buses, repartidores y todos los demás trabajadores y trabajadoras que prestan los servicios esenciales para mantener en funcionamiento los sistemas de transporte y las cadenas de suministro mundiales a lo largo de la pandemia.
Cientos de trabajadores y trabajadoras del transporte de todo el mundo han perdido la vida a causa del COVID-19, tras contraer el virus mientras trabajaban en primera línea prestando servicios vitales a nuestras comunidades, y miles más se han contagiado. Las deficiencias en las normas de salud y seguridad multiplican los riesgos que enfrentan los trabajadores y trabajadoras del transporte en la primera línea de lucha contra esta crisis. Los riesgos afectan desproporcionadamente a las mujeres, que son la mayoría de quienes desempeñan funciones de atención al cliente y de limpieza, y que no reciben apoyo en las profesiones en las que son minoría.
Hoy, en el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, rendimos homenaje a todos los trabajadores y las trabajadoras que perdieron la vida o resultaron heridos en el desempeño de sus funciones, y reconocemos también el elevado precio de la pandemia para la salud mental de los trabajadores y sus familias en todo el mundo. Hagamos una pausa en memoria de los miles de trabajadores y trabajadoras que mueren cada año en accidentes laborales.
Ha llegado la hora luchar unidos bajo el lema del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, #IWMD20, para exigir a los Gobiernos y empleadores que frenen la pandemia en el trabajo y protejan al personal del transporte mediante normas de salud y seguridad adecuadas y proporcionándoles los equipos de protección individual (EPI) que les permitan continuar realizando su labor trascendental.
En toda la ITF estamos haciendo campaña a favor de medidas urgentes de protección de nuestros miembros en todo el mundo. Esta semana lanzaremos una carta mundial de reivindicaciones por la protección del personal de los transportes públicos frente al COVID-19, en la que reclamamos a las autoridades gubernamentales y a los empleadores que asuman sus responsabilidades. Asimismo, el protocolo universal para seguridad en los lugares de trabajo proporcionará a los sindicatos portuarios una herramienta concreta para exigir a los operadores mundiales de las terminales portuarias medidas de protección para los estibadores y demás trabajadores y trabajadoras de los puertos de todo el mundo.
También seguimos trabajando colectivamente con nuestras organizaciones sindicales afiliadas e interlocutores sociales, como ICS y JNG, para encontrar una solución para los aproximadamente 100 000 marineros y marineras que están a la espera de un cambio de tripulación. Luchamos para salvaguardar su bienestar físico y mental y para garantizar el transporte seguro de mercancías vitales. Nuestra estrategia colectiva se extiende también a la labor que la Sección de Transporte por Carretera de la ITF está realizando con la IRU, la que la Sección de Aviación Civil esta haciendo con la IATA, y la que la Sección de Transporte Urbano está llevando a cabo con la UITP, CGLU y UIC, para armonizar medidas eficaces dentro de un marco tripartito de responsabilidad y rendición de cuentas, en colaboración con la OIT, la OMI y la IATA, con el fin de proteger la seguridad de nuestros miembros en todo el mundo.
Junto con el movimiento sindical mundial estamos haciendo campaña para que los organismos de salud y seguridad en el trabajo de todo el mundo reconozcan al COVID-19 como una enfermedad profesional, de modo que los empleadores asuman sus responsabilidades y que las medidas de protección se apliquen al máximo. Esto permitirá que los trabajadores y las trabajadoras que contraigan el virus tengan acceso a una indemnización en caso de lesión o muerte.
Los empleadores tienen la responsabilidad de garantizar que se adopten todas las medidas preventivas y de protección para reducir al mínimo los riesgos laborales. Son responsables de proporcionar indumentaria y equipos de protección individual adecuados, sin costo alguno para el trabajador, y son responsables de aplicar medidas estrictas de distanciamiento físico y de saneamiento, además de protocolos para realizar pruebas, rastreo y seguimiento del personal expuesto al virus. La responsabilidad también recae directamente sobre las empresas líderes y sobre aquellos "empleadores económicos" que son responsables de garantizar que los hombres y mujeres que trabajan a lo largo de sus cadenas de suministro dispongan de los EPI adecuados y de protocolos para reducir el riesgo de transmisión a otros trabajadores y trabajadoras, sus familias y comunidades.
Seguiremos luchando por todos los trabajadores y las trabajadoras del transporte en todo el mundo, incluidas aquellas personas que trabajan en modalidades de empleo atípicas y en las cadenas de suministro. Lucharemos por que tengan acceso a EPI adecuados, condiciones laborales seguras y medidas que minimicen la transmisión del virus, y para proteger los ingresos de los miles de trabajadores y trabajadoras que ahora están desempleados o subempleados como resultado del COVID-19.
Lanzamos un llamado a todos los trabajadores y las trabajadoras del transporte para que se unan a nosotros en nuestras reivindicaciones: Reivindica protección en tu empresa. Reivindica protección en tu industria. Reivindica protección a tu Gobierno. Reivindica protección para todos los trabajadores y las trabajadoras del transporte.
Esta crisis ha mostrado a los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo que una vez pase la pandemia, que el retorno a la normalidad anterior no debe ser una opción. Resulta imprescindible mejorar la seguridad laboral y salarial y la responsabilidad corporativa dentro de las cadenas de suministro, reducir la precariedad laboral y el dumping social. Es preciso luchar contra la desigualdad entre los grupos marginados y restablecer los derechos laborales. Las mujeres y los jóvenes trabajadores deben ser una fuerza motriz en todos los sectores. Los sindicatos representantes de los trabajadores y trabajadoras del transporte vienen defendiendo sistemáticamente estas revindicaciones.
Los trabajadores y las trabajadoras del transporte llevan décadas padeciendo ataques, sufriendo un empeoramiento en sus condiciones y siendo ignorados. La pandemia de COVID-19 está poniendo de manifiesto la importancia de los trabajadores del transporte en la economía real y para la reconstrucción de la economía mundial pospandemia. Esta crisis nos brinda la oportunidad de que el mundo surja con economías más sostenibles que ofrezcan prosperidad compartida y trabajo decente para todos y para todas. La oportunidad está ahí, ahora nos toca a nosotros organizarnos.
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