CARTA ABIERTA DE LOS 1,6 MILLONES DE MARINOS DE TODO EL MUNDO
La vida de un marino: la fuerza laboral “invisible” que mantiene en movimiento el comercio mundial.
El 90 % de las mercancías del mundo se transporta por mar. En un día cualquiera hay más de 1,6 millones de marinos trabajando a bordo de 70.000 buques en todo el mundo. Estos hombres y mujeres transportan cargas y artículos esenciales para los comercios y la vida cotidiana de la gente, que sostendrán a las comunidades durante la pandemia del coronavirus.
Los buques transportan todo tipo de mercancías hacia el este, hacia el oeste, hacia el norte y hacia el sur, desde alimentos y productos domésticos hasta materias primas como el petróleo, el hierro y la mena, pasando por productos industriales como los equipos para hospitales y los respiradores.
Piense durante unos minutos en la vida y el bienestar de los trabajadores, los marinos a bordo de esos buques, que están lejos de casa pero en primera línea de esta emergencia mundial.
Imagine permanecer a bordo de un buque con espacio limitado durante seis, ocho o 10 meses, trabajando 10-12 horas por día, siete días a la semana. Imagine estar lejos de su familia y amigos durante meses, navegando por los mares, conectando las cadenas de suministro mundiales, invisible, para asegurarse de que las personas reciban sus artículos cotidianos esenciales.
Ahora imagine tener que permanecer a bordo durante un periodo indeterminado después de 10 meses de trabajo porque los Gobiernos le prohíben transitar por sus países para volver a casa o no permiten que su equipo de relevo se incorpore al buque. O, peor aún, imagine ser abandonado en un puerto sin dinero y ser enviado a casa porque su empleador le retiene sus ingresos.
No es fácil de imaginar, a menos que sea usted marino.
En plena crisis del COVID-19, la ITF se ocupa cada día de casos y situaciones en los que los marinos no pueden desplazarse libremente para incorporarse a los buques y darse de baja de ellos en condiciones seguras, debido al creciente número de restricciones introducidas por los Gobiernos nacionales en relación con la circulación de personas desde y hacia sus países.
Lo paradójico de la situación es que los Gobiernos que dependen del transporte de artículos esenciales por mar que ayudarán a sus ciudadanos a superar esta crisis sin precedentes son algunos de los mismos Gobiernos que deniegan a los marinos el derecho a regresar a casa y restringen los cambios de tripulaciones.
La ITF hace un llamamiento para que se reconozca el papel fundamental de los marinos en esta crisis extraordinaria, y que sean tratados como “trabajadores clave”, independientemente de su nacionalidad.
La ITF y sus afiliadas del sector marítimo instan a los Gobiernos, los políticos, las autoridades de los Estados rectores del puerto y los Estados del pabellón, los empleadores y los consumidores en general a que recuerden que nuestra capacidad para responder a esta pandemia depende del transporte de mercancías por parte de los marinos de todo el mundo.
Estos marinos son también seres humanos: su salud y su seguridad son tan importantes como las de cualquier otra persona. Por eso le pedimos que se tome un momento para reconocer su sacrificio, y asegurémonos entre todos de que sean tratados con el respeto y la dignidad que merecen, de modo que puedan continuar prestando sus servicios esenciales para mantener el mundo en movimiento.
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