Nuestro sector transporta alrededor del 90 % del comercio mundial. Históricamente, hemos jugado un papel esencial en el desarrollo de las economías nacionales y la prosperidad mundial. Continuamos siendo la savia que mueve la economía del mundo y somos clave para su futura recuperación, en especial los empleos de miles de millones de personas, a medida que se combate el COVID-19.
Sin embargo, nuestra industria solo podrá ayudar a que el mundo salga de esta pandemia y seguir transportando mercancías esenciales por todo el planeta si las condiciones laborales a bordo de los buques cumplen las normas marítimas internacionales, que garantizan la salud, la seguridad y el bienestar de quienes constituyen el corazón de nuestra industria: la gente de mar del mundo.
Los marinos necesitan una industria que los valore, tanto a ellos como su contribución y sus derechos humanos. La gente de mar necesita lugares de trabajo libres, justos y seguros.
Los empleadores marítimos miembros del Grupo Mixto de Negociación (JNG) han estado esforzándose infatigablemente para facilitar los cambios de sus tripulaciones, asumiendo un gran costo económico. Sin embargo, hay más de 400 000 marinos que continúan atrapados a bordo de los buques donde trabajan, obligados a extender sus periodos de servicio debido a las restricciones fronterizas y de viaje impuestas por muchos Gobiernos, así como a la escasa disponibilidad de vuelos internacionales provocada por la pandemia.
Nos unimos para lanzar un llamado a los armadores, fletadores, compañías de gestión naviera, agencias y socios de contratación y todas las demás partes interesadas para que se comprometan a no presionar a los marinos ni a coaccionarlos para que extiendan sus contratos. Tampoco deben negar a la gente de mar la posibilidad de ejercer su derecho humano a dejar de trabajar, abandonar los buques y regresar a casa.
El presidente del IMEC, el capitán Belal Ahmed, afirmó: “Es importante que los marinos no se vean perjudicados solo por defenderse cuando finalizan sus contratos y no se encuentran mental o físicamente preparados para seguir trabajando con seguridad”.
Lanzamos un llamado urgente a los armadores/operadores de carga, fletadores e intermediarios para que suscriban contratos de fletamento que permitan a los armadores/gestores navales la flexibilidad de desviar los buques para hacer escala en puertos donde sea posible realizar los cambios de tripulación pertinentes, sin imponerles sanciones.
El secretario general de la ITF, Stephen Cotton, declaró que la ITF y sus organizaciones afiliadas están instando a todos los actores del sector a que asuman la responsabilidad de facilitar los cambios de las tripulaciones en la medida de lo posible.
“Los marinos tienen miedo a que no los vuelvan a contratar si denuncian públicamente su situación o se defienden. El temor a ser incluidos en una lista negra les impide hacer valer sus derechos laborales y humanos. Dada la fatiga mental y física que provoca permanecer demasiado tiempo a bordo, durante esta crisis de los cambios de tripulación es más importante que nunca que la gente de mar pueda hacerse oír. Vamos a ser duros con cualquiera que piense que puede salirse con la suya si toma represalias contra los marinos que ejercen su derecho a rechazar que se prorroguen sus contratos. Nuestra industria puede hacerlo mucho mejor”, señaló Cotton.
Es responsabilidad y deber de todos los actores del sector marítimo poner de relieve la grave situación que están atravesando las tripulaciones. Sin embargo, lo más importante es que los dirigentes internacionales reconozcan la dedicación y los esfuerzos de la gente de mar en esta pandemia sin precedentes y acepten no seguir ignorando su difícil situación.
Stephen Cotton
Secretario general
Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte
Belal Ahmed
Presidente
IMEC
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