Se teme que hasta 150 migrantes y refugiados hayan muerto ahogados cuando intentaban realizar el peligroso cruce del mar Mediterráneo hacia Europa después de que su bote volcara frente a Libia, un suceso descrito por el organismo de las Naciones Unidas para los refugiados como “el naufragio más mortífero que se ha producido en el Mediterráneo en lo que va de año”. Según las informaciones disponibles, la embarcación, que posiblemente estuviera compuesta por tres botes trincados juntos, habría comenzado a llenarse de agua 90 minutos después de zarpar, lo que provocó que el motor fallara y los pasajeros comenzaran a ahogarse. Unos pescadores libios en botes pequeños participaron en el rescate de 134 sobrevivientes, que fueron regresados a Libia por el servicio de guardacostas.
Ante el retiro de las operaciones coordinadas de búsqueda y salvamento previamente realizadas a través de la Unión Europea, las operaciones de salvamento en esos incidentes, incluida la recuperación de cuerpos, ahora dependen del servicio de guardacostas de Libia y de los pescadores y voluntarios locales.
Si bien el número de personas que realizan el cruce del Mediterráneo y llegan a Europa disminuyó en un 17 % en los primeros tres meses de 2019 en comparación con el mismo periodo en 2018, existe la preocupación de que una mayor proporción esté muriendo ahogada o se esté perdiendo en el mar, ya que los traficantes de personas están metiendo a más personas en botes no aptos para la navegación para realizar el cruce en condiciones poco seguras.
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