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Piratería

Es posible que exista una imagen romántica de los piratas, pero la piratería moderna es un delito que constituye una amenaza para la vida y el sustento de mucha gente de mar.

En los últimos años, miles de marineros han resultado muertos, lesionados, atacados, tomados como rehenes o amenazados, como consecuencia del aumento espectacular de la piratería y los robos a mano armada.
 

¿Cuál es la situación actual?

Los ataques que previamente se limitaban a las aguas costeras de Nigeria y Somalia, se han extendido al este, hacia el océano Índico.

Cada día que pasa el problema de la piratería se intensifica. Los ataques frente a Somalia, el mar Rojo, el Golfo de Adén, el mar Arábigo y el océano Índico se están volviendo más frecuentes, más generalizados y más violentos. Y cada vez hay más en juego, con rescates que aumentan vertiginosamente, como el de $9,5 millones por el Samho Dream.

La ITF y el sector marítimo están ejerciendo cada vez más presión sobre los gobiernos para que aborden con carácter urgente la cuestión de la piratería, antes de que sus repercusiones se sientan en todo el mundo, incluso fuera de la comunidad marítima. 
 

¿Qué impacto está teniendo la piratería?

Los marinos están en la primera línea del problema de la piratería. Todos los marinos que transitan por el Golfo de Adén y la zona norte del océano Índico deben vivir con el riesgo de ser objeto de un ataque. Cuando los buques son atacados por piratas, las tripulaciones sufren el estrés de  que se les dispare con revólveres y granadas propulsadas por cohetes y los que son capturados pueden ser tenidos como rehenes durante meses. Tras un ataque pirata, las personas involucradas pueden resultar seriamente afectadas por un trastorno por estrés postraumático. Hay indicios de que el trato que los piratas dan a las tripulaciones está empeorando, de que algunos marinos fueron recluidos en régimen de incomunicación y sometidos a otras crueldades.

Al mes de enero de 2011, las cifras de la Oficina Marítima Internacional muestran que hay más de 700 rehenes en más de 30 buques. Sin embargo, otras cifras sugieren que la cifra podría ser superior a 800.

Para el sector marítimo los costos se están disparando. Las empresas explotadoras ahora enfrentan primas de seguros en aumento para una zona de alto riesgo que actualmente abarca la mayor parte del océano Índico y una de las vías de navegación más transitadas del mundo. Otros costos incluyen la instalación de medidas preventivas y protección a bordo, la contratación de personal de seguridad privado, así como el pago de rescates.

Además, está el impacto económico más amplio de la piratería, que en un informe reciente se determinó que oscilaba entre 7 y 12 miles de millones por año. A los armadores les está resultando cada vez más difícil justificar el hecho de poner en riesgo a los marinos. También les está costando encontrar a tripulantes dispuestos a transitar por esa zona. A medida que la situación empeora, resulta más probable la posibilidad de bloquear la zona. De imponerse una prohibición, esto supondría que todos los buques deberían navegar por el Cuerno de África. Esto añadiría varios días a la mayoría de los viajes, incrementaría los costos de transporte, haría dispararse los precios del petróleo y tendría un enorme impacto en la ya frágil economía mundial. Si los ataques tienen lugar más cerca del Golfo, esto podría afectar severamente al suministro de petróleo a escala mundial.  

La zona afectada compromete a dos “cuellos de botella” importantes desde un punto de vista estratégico. Alrededor del 7.5% del comercio mundial pasa por el Canal de Suez. Los estrechos de Hormuz llevan al mar Arábigo y un promedio diario de 16,5 a 17 millones de barriles transitan por esta zona afectada. Esto representa el 40% de los cargamentos de petróleo por vía marítima del mundo y el 20% de todos los cargamentos de petróleo del mundo.

Existe un riesgo verdadero de que se produzca una catástrofe ambiental. Las granadas propulsadas por cohetes utilizadas por los piratas pueden ocasionar el suficiente daño al casco de un buque tanque como para provocar una grave contaminación marina o una explosión fatal con consecuencias similares a las del año pasado en el Golfo de México.
 

¿Qué puede hacerse para luchar contra la piratería?

La ITF considera que es preciso adoptar una serie de medidas para evitar la piratería y los peligros que ésta representa para la gente de mar. Esas medidas incluyen:
 

  • Asistencia internacional a aquellos Estados que están dispuestos a luchar contra la piratería, pero que no cuentan con los medios necesarios
  • Presión internacional para abordar el problema de los Estados que no están dispuestos a adoptar medidas correctivas cuando los casos de piratería se producen en su jurisdicción o en los buques que enarbolan su pabellón o cuando afectan a los ciudadanos de su país
  • Adopción de medidas por los Estados costeros cuando sea solicitada, incluido el proceso penal, sin que ello suponga un retraso excesivo para el buque y/o la tripulación
  • Asistencia de los Estados del pabellón a los buques que enarbolan su pabellón y que son víctimas de actos de piratería 
  • Asistencia de los Estados a la gente de mar ciudadana de su país que es víctima de actos de piratería
  • Cooperación estrecha entre todas las partes asociadas del sector naviero para combatir esos delitos
  • Una mayor concienciación y vigilancia de la gente de mar con respecto a los peligros que entrañan la piratería y los robos a mano armada
  • Notificación inmediata de todos los incidentes, incluida la nacionalidad de la gente de mar que resulte víctima de ellos
  • Mayor uso de equipo tal como televisión en circuito cerrado para detectar y detener los ataques   

Usted puede ayudar a acabar con este vil comercio de rehenes humanos y ayudar también a liberar a los mares.

Visite www.SaveOurSeafarers.com y encontrará cartas para enviar por correo electrónico a la ONU y a su gobierno para exigir que adopten medidas